Entrevistamos a Josep Campos (Col. nº0181), conocido como Josep Olivera, ganador de los Premios CDICV 2022 y Comisario de la exposición de este año, que nos responde desde Milan, ciudad donde reside actualmente.
– Como ganador de la pasada edición, eres el encargado de comisariar la exposición de los Premios CDICV con las 48 propuestas presentadas. ¿Nos puedes descubrir el leitmotiv conductor o las líneas generales de la muestra?
La novedad que quise plantear para este año fue el separar la exposición en dos espacios diferenciados. Por un lado, destinar un espacio concreto, en este caso la zona de cafetería de la EASD de Valencia para la Ceremonia de premiación; y por otro, situar la Exposición de los paneles presentados en el vestíbulo de la EASD, dándole su propio espacio para poder disfrutar de la muestra con tranquilidad, sin interrumpirse con el propio evento de los Premios CDICV.
Con mi propuesta he querido transmitir la sensación de estar en un apartamento en obras. Esto se ha conseguido gracias al empleo de andamios y focos de obra que generan un juego de volúmenes y luces muy interesante. Como elemento característico principal, el suelo se cubre con coloridas alfombras de mosaico de inspiración “Nolla”. Manchas que se van fundiendo con el pavimento existente, creando una duda… ¿Se está cubriendo con un pavimento nuevo o está siendo descubierto para su restauración? Y es que este es el continuo debate que tenemos los interioristas cuando nos encontramos ante una obra de rehabilitación: ¿conservar los elementos característicos del edificio o crear un diseño totalmente nuevo?
-Hace poco iniciaste tu carrera profesional, ¿en qué campo del diseño de interiores te sientes más cómodo?
Siento que, como todo aquel que inicia en el mundo del diseño, tengo la necesidad de experimentar, descubrir y explorar todas sus vertientes. Debo decir que me conmueve especialmente “habitat” o el diseño de viviendas, por la responsabilidad que tenemos los diseñadores de interior en condicionar o mejorar la vida de las personas. Es decir, cuando diseñas un apartamento para una familia, estás marcando el “modus vivendi” que tendrán en ella; es un compromiso muy importante al que se debe dar especial mimo.
En cuánto a mi parte más creativa, me gusta el diseño de espacios comerciales en el que puedo jugar con los colores y las texturas, de manera menos seria y más divertida.
– ¿Qué ha supuesto ser el ganador de los Premios CDICV 2022 para tu actividad profesional?
Ganar un reconocimiento tan importante como este supone abrirte las puertas a toda una sociedad de artistas y diseñadores, esto es, hacerte un hueco y empezar a darte a conocer.
Vencer con los dos primeros premios, el de mi Escuela y el de la Comunitat Valenciana, conllevó una distinción reconocida incluso en el extranjero, y es que, es algo que han observado mucho en las entrevistas que he realizado para trabajar en Milán, ciudad en la que resido actualmente.
-En el mundo del diseño interior, no hay duda que la formación y la información son aspectos que siempre hay que tener en cuenta. ¿Tus recomendaciones para mantenerse actualizado profesionalmente?
Creo que la mejor formación que he tenido es ser inquieto y curioso. Por ejemplo, llegar a un restaurante y tocar las mesas, hacer sonar las paredes para entender de que están hechas, observar como se trabaja la luz, analizar las texturas y los colores. Pareceré un loco, pero el trabajo de un buen diseñador está llena de estímulos en todas partes, donde quiera que uno vaya.
Además, es importante mantenerse informado, dicho de otro modo, devorar revistas de arte, arquitectura y diseño (online y en papel), asistir a eventos, visitar showrooms, estar en contacto con los comerciales de las empresas, mantener relación con otros compañeros del sector, asistir a Ferias, etc. Tenemos un montón de herramientas a nuestro alcance para formarnos de manera autónoma.
– En general, ¿cómo has visto el nivel de los proyectos de los Premios CDICV 2023?
Hablo, no sólo por este año, sino haciendo un balance de los últimos años, que el nivel va “in crescendo”. Año tras año, continuamos demostrando que la Comunitat Valenciana es una gran fuente de artistas, diseñadores y mentes creativas que llegan pisando fuerte. Debemos, asimismo, dar gracias al Colegio de Diseñadores de Interior por darnos esta visibilidad mediante este gran evento anual.
– ¿Un consejo para las futuras promesas del diseño que empiezan este año tras graduarse?
No tener miedo. No tener miedo a ir a una entrevista de trabajo, de hablar con esa diseñadora que admiramos, no tener miedo por afrontar nuevos retos, por experimentar, no tener miedo a equivocarse, a viajar donde sea, desde Cuenca hasta Tailandia, a cambiar… La vida es un constante cambio y evolución, y todo, absolutamente todo, da sus frutos.
-A partir de ahora, ¿cuál va a ser tu proyecto más inmediato?
Hasta el momento, he tenido la suerte de trabajar desde Valencia en proyectos de Hoteles y viviendas de lujo en el extranjero que me ha dado acceso a una formación más focalizada en este sector. Viviendo en Milán, capital del diseño y lujo por excelencia, me encuentro trabajando en esta misma línea, en la que me siento muy a gusto, permitiéndome crecer como diseñador, así como hacer bagaje y enfrentarme a nuevos retos que esta maravillosa vocación nos propone.
Fotos Josep Olivera: Juan Manuel Villa Gil @loannes_media
Fotos exposición: Ainhoa Vela García @galeriavelta