Carlos Serra (A. 0005) presenta desde su estudio Carlos Serra Interiorismo el proyecto de diseño interior para vivienda en València.
Los propietarios de este piso del centro de la ciudad le pidieron al interiorista un piso muy luminoso y con toques africanos pero muy europeo al mismo tiempo. Por este motivo Carlos Serra realizó una distribución con espacios muy amplios, con una cocina central pero con un gran ventanal industrial vintage, rescatado de un desguace, para dar luz a la cocina al mismo tiempo que integrarla con el resto de la vivienda.
En el amplio hall de entrada, desde el que se vislumbra la mayor parte de la vivienda, destaca una cómoda antigua china sobre la que descansa la lámpara spun light de la firma Flos y varias piezas de barro esmaltadas de Marruecos.
El color naranja recorre el salón en mobiliario y textiles. Un color que destaca en las sillas del comedor, en los dos silloncitos de lectura y en el textil de los cojines.
Los toques africanos quedan reflejados en elementos como la mesa de centro, los grandes morteros antiguos de moler trigo de la etnia de los Peul de África occidental, o la esterilla congolesa enmarcada sobre el sofá.
Sin duda alguna, otra de las grandes protagonistas son las puertas originales de la casa, principalmente la del salón con dibujos geométricos y lacada en negro.
Dos lámparas diseñadas por Patricia Urquiola para Flos suspendidas sobre una mesa de madera tintada en negro, juntos con los seis silloncitos de hierro conforman un espacio que, a pesar de estar unido al salón, respira su propio aire entre lo tribal y lo sofisticado.
En el salón se ubica un sofá con chaise lounge en color piedra y mesa redonda de teka tallada a mano con motivos tribales frente a la que se sitúan dos pilares de hierro y dos silloncitos de hierro que los propietarios utilizan como punto de lectura y relax. Junto a los silloncitos un velador vintage del mercadito de Jalón, Alicante, dos mascaras panameñas tejidas a mano y dos muñecas japonesas antiguas sobre el suelo, completan el conjunto.
La cocina en gris grafito, ubicada como eje vertebrador de la casa destaca por el gran ventanal que da al salón. Un espacio en el que Carlos Serra también ha incluido una mesa en cemento gris y tres sillas CHh24 para utilizarse en desayunos y comidas desenfadas.
La habitación principal transmite a través de la gama de colores blancos y piedras una elegancia sencilla en la que se respira calma. Una habitación con mesitas de hierro, material muy presente en este proyecto, que hace un guiño a la historia del edificio, ya que fue uno de los primeros en construirse en Valencia con la estructura de hierro. Destaca en la un silloncito estilo Chandigarh tapizado en tela de borreguito color piedra.
En el baño las líneas rectas y sencillas del mueble de madera del baño contrastan con la fotografía en blanco y negro de gran formato sobre la bañera creando un contraste muy interesante con la colocación de esta obra en una ubicación nada convencional.
La habitación y baño de la niña destaca por el uso del rosa, color preferido de la pequeña, que inunda textiles, muebles, cestos, peluches hasta la bañera, original de la vivienda de fundición, está lacada en rosa. Un micromundo de color rosa!