Cosín, estudio de Pepe Cosín (Col. nº 0128), presenta el proyecto de habilitación e interiorismo de local entresuelo para ECOM, oficina de consultoría inmobiliaria situada en València.
Transparencia, pero también intimidad, discreción, confidencialidad.
Estos son los valores de esta empresa de consultoría inmobiliaria que ha destacado para traducirlos, físicamente, a su nueva sede en el centro de València.
No se trataba de un local de fácil intervención, ya que, a pesar de estar muy bien ubicado, disfrutaba de poca luz natural, por su alta compartimentación y por sus escasos metros de fachada en comparación con su volumen total.
Se trata de un local grande, en el que la mayor parte del espacio se distribuye hacia el interior, donde dispone de tres patios interiores que aportan ventilación pero poca luz.
El proyecto se centró principalmente en abrir todo el espacio y hacerlo converger hacia la fachada, para conseguir así que la luz natural se abriese el máximo camino posible y resaltar las generosas dimensiones del local desde todos los puntos del espacio.
Se compartimentaron las estancias más privadas con vidrios transparentes y elementos ligeros traslúcidos. Estas livianas divisiones se dibujan verticalmente en planos rectos y curvos.
Desde la entrada, accedemos al espacio por un pasillo de límites convexos de vidrio y un textil tramado, cuyas líneas curvas se van acompañando también en los techos, de manera que delimitan la circulación de una forma sutil. Este vidrio curvado cierra la sala de reuniones, punto central de la intervención. Una gran mesa ovalada se convierte, junto con la pared que delimita el pasillo y las zonas privadas, en los únicos puntos de color del local.
Las zonas de trabajo permanente se ubican hacia la fachada de la calle principal. Estos espacios traslúcidos permiten la comunicación visual entre personas. Los bloques sólidos de madera de roble van creando zonas de “no visión” para privatizar ciertos ángulos y funciones. Finalmente, una gran isla de trabajo común se ubica junto a las ventanas de fachada.
En el bloque de dm azul se ubican el office, aseo y baño marcando a su vez el eje de circulación longitudinal de la oficina.
Con esta concatenación de espacios abiertos se consigue crear unas líneas visuales muy interesantes y se puede disfrutar, casi desde cualquier punto de la oficina, de la longitud total y la luz del local, aunque las intermitentes interrupciones de los planos de roble y textil consiguen mantener la privacidad necesaria para el desarrollo de la ocupación.
Los materiales han sido decididos para construir la distribución, no son un mero revestimiento. Como, por ejemplo, los suelos enmoquetados que cubren la mayor parte del local, y que aportan confort acústico mientras ayudan a entender el espacio como uno solo y en toda su magnitud.
El vidrio separa y define espacios y funciones, consigue privacidad pero permite seguir viendo lo que sucede alrededor, la actividad de la empresa.
El cierre textil que marca la zona de descanso dota a este espacio de un carácter en cierta manera doméstico. Así se crea un pequeño oasis en medio de la jornada.
Con la madera natural de roble se ennoblecen las zonas de trabajo diario, que son también en las que se recibe a los clientes. Los módulos de dm lacado delimitan las zonas de uso privado.
Al final el resultado del proyecto es un espacio de trabajo relajante, cómodo y fresco, pero que a la vez refleja un estudiado control de los materiales, de las visuales y de las emociones.
Fotografías: Mayte Piera