Los interioristas valencianos, Sigfrido Serra y Mateo Climent, del estudio Sinmas presentan su nuevo proyecto de interiorismo y reforma, La casa Verde.
Esta singular vivienda, ubicada en el casco antiguo de la ciudad de Barcelona esta diseñada con el color verde como hilo conductor entre las diferentes estancias. Un interesante ejercicio creativo en torno al color, así como un interiorismo que refleja diseño, calidez y armonía.
La casa Verde es un espacio que transmite paz, tranquilidad y recogimiento; como si se viviera rodeado de una pradera, por lo que se escogió un tono verde muy suave como gran protagonista del proyecto que acompaña todas las estancias de la vivienda generando uniformidad en esta.
Al igual que en el resto de la casa, en la decoración del salón-comedor se combinan objetos de herencia familiar, obras de arte y piezas clásicas con muebles de diseño contemporáneo, creando una mezcla perfecta, preparada para el transcurso del tiempo.
«Hemos combinado mobiliario completamente atemporal con grandes iconos del diseño del siglo XX, como el sofá Togo, de Michel Ducaroy; la lámpara PH5, de Poul Henningsen o la mesa de comedor Burin, de Patricia Urquiola. También quisimos dar un segundo lenguaje tanto a elementos existentes en el espacio como a los objetos de herencia familiar como la columna o la chimenea», explican.
Además del color verde presente tanto en revestimientos como en muebles, textiles y complementos, los interioristas recurrieron a otros elementos para potenciar la sensación de continuidad visual: desde las alfombras hasta las pinceladas de color negro que rompen con la hegemonía del verde, y aportan dinamismo y riqueza visual.
La cocina se concibió con un espacio abierto a la casa, también monocolor.
Se diseñó con armarios bajos a lo largo de dos paredes en ángulo recto y la campana extractora integrada en la placa. Así, al prescindir de muebles altos, se logró realzar la piedra sinterizada en tonos grises que reviste las paredes de la firma COMPAC.
La distribución en forma de L permitió aprovechar el resto del espacio para ubicar una pequeña zona de comedor, con una mesita redonda diseñada por el estudio acompañada de dos sillas clásicas de Muebles y Arte Serra, lacadas y un taburete. Además, para multiplicar la luminosidad y crear sensación de amplitud, este frente se revistió con cuarterones de espejo.
El suelo de toda la estancia se cubrió con pintura epoxi en el mismo tono del mobiliario, paredes y techo; lo que genera una fuerte sensación de continuidad.
El comedor es parte fundamental de la estancia.
La mesa Burin diseñada por Patricia Urquiola se acompaña de unas sillas Quadra de Mario Ferrarini, ambas de la firma Viccarbe. La alfombra unifica los espacios de salón y comedor, se llama Nazarin y es de la firma The Rug Company.
Un elemento que se destaca en la vivienda es la chimenea recuperada de los antiguos propietarios, una chimenea de madera reconvertida lacada en el mismo color que las paredes.
Sobre ella elementos de decoración en cristal y una obra de arte de Genaro Lahuerta. La butaca es la Nube diseño también de Patricia Urquiola para la firma Andreu World.
El dormitorio principal de la vivienda, presidido por un gran cabecero tapizado con una tela a cuadros vichy en blanco y negro que recorre todo el frente.
«Los textiles, con sus acabados y diseños, tienen un importante valor decorativo en cualquier espacio. Por eso, nos gusta escoger telas que sumen estilo y personalidad», afirman los interioristas.
La parte superior de la pared se decoró con un papel pintado con un diseño de gran impacto visual en los mismos tonos de la firma Cole and Son.
La iluminación técnica de todo el espacio es de la firma valenciana Arkoslight, con proyectores Zen tube, Black foster surface e IO surface, embellecen las molduras existentes y tres lámparas de suspensión Holly iluminan la consola de la entrada.
La pintura tanto de paredes como de suelos es de la empresa de Pinturas Isaval.
Gracias a esta reforma integral se ha podido resolver la distribución compartimentada y angosta. Se ha modernizado introduciendo conceptos de electrónica, mecanismos y domótica de la firma alemana Hager que dotan a los usuarios de una vida mas cómoda y agradable.
Todas las estancias disponen de luz natural lo que aporta confortabilidad a la vivienda, junto con una iluminación técnica cuidada y un aporte de iluminación decorativa escogida minuciosamente por el estudio SINMAS.
La vivienda dispone de obras de arte y texturas en los revestimientos, algo habitual en los diseños del estudio.
Un piso moderno, con guiños al pasado que le otorgan carácter e identidad. «Darle personalidad ha sido clave para conseguir la vivienda perfecta, en armonía con los gustos y el estilo de vida de su propietario», aseguran los diseñadores.
Un espacio atemporal preparado para el transcurso del tiempo.
Fotografías: Paloma Pacheco.
Puedes encontrar mas información sobre este proyecto en: Manera Magazine.