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Viruta Lab eleva la riqueza de la huerta valenciana: un oasis mediterráneo que coloniza el skyline de la ciudad

El estudio valenciano Viruta Lab proyecta la huerta valenciana en sus formas, aromas y texturas en esta nueva terraza que domina el skyline de la ciudad. Un  homenaje a la tradición del cultivo del campo con materiales naturales y un limonero como eje central.

El estudio de arquitectura y diseño de interiores Viruta Lab ha materializado un proyecto preciosista en el creciente barrio valenciano de Malilla. Esta nueva zona de expansión de la ciudad está dibujando poco a poco una arquitectura  concentrada de hitos verticales en contrapunto a los solares verdes que siguen albergando la tradición del cultivo del campo de sus vecinos más longevos.

En este enclave, María Daroz y David Puerta (Col. nº 0143), cofundadores del estudio, han convertido una terraza anodina en un oasis urbano de esencia mediterránea. Ubicada en la décima planta de un rascacielos de nueva construcción, esta terraza reinterpreta la tradición agrícola valenciana mediante la creación de  bancales y canteros de tierra, aportando texturas y vegetaciones que evocan un huerto en altura.

La propuesta espacial de este acogedor jardín urbano nace los antiguos huertos vecinales de autoconsumo y huertas ecológicas, visibles desde la terraza. Este  espacio reinventa el concepto de huerto tradicional, descontextualizando el plano del suelo mediante bancales de diversas alturas que ofrecen una perspectiva elevada desde el interior de la vivienda. Los canteros, adosados a las paredes perimetrales, permiten el cultivo de vegetación y frutales, mientras  generan una diferencia de niveles que añade dinamismo y amplitud al espacio. El sentido del olfato, agudizado por el olor del limonero y las plantas aromáticas, junto con el sentido de la vista, crea un espejismo de sereno oasis de estilo  mediterráneo, elevando el campo diez plantas por encima de esta nueva urbe metropolitana.

Geometría y materialización del espacio
El proyecto se vertebra en torno a dos rectángulos de diferentes dimensiones y alturas. La primera zona, conectada directamente con la cocina y el comedor interior, integra una cocina exterior con barra y taburetes. La segunda zona, con triple altura libre, alberga el área de comedor y living, creando un espacio de  calma y relajación.

Los elementos de la terraza, inicialmente vacíos, se han transformado con materiales artesanales como el barro cocido y las tierras naturales. Un suelo elevado sobre unos soportes con junta abierta redefine el espacio, mientras que los canteros perimetrales, con variadas profundidades, incorporan vegetación y mobiliario fijo, dibujando una estética rural en el espacio.

 

Decoración y mobiliario a medida
El equipo creativo de Viruta Lab ha diseñado el mobiliario de la zona del living para maximizar la comodidad y reducir el mantenimiento. Bancos y mesas construidos con el mismo sistema de los bancales crean un lenguaje coherente y una sensación de unidad. Estos elementos se complementan con colchonetas y  respaldos en tela náutica de color neutro para generar una atmósfera cálida. Los tonos arena, grises y verdes apagados, realizados con hilos de plástico reciclado, funcionan como contrapunto para crear un juego visual dinámico y atractivo.

El comedor, situado bajo un cenador vegetal, está colonizado por una mesa redonda central de 140 cm de diámetro, con base piramidal de hormigón y tablero porcelánico. Las sillas de patín en varilla blanca y cuerda trenzada en color natural se integran con armonía en el resto de la decoración, siguiendo los tonos del huerto.

Juego de luces
Debido a su orientación, esta terraza urbana recibe escasa luz natural. Para ello, Viruta Lab ha diseñado un proyecto de iluminación artificial que aporta dramatismo y potencia los detalles. Así pues, la iluminación oculta en los bancales crea un efecto de barrido hacia arriba, destacando la triple altura del espacio y la textura de las paredes. El limonero, un elemento esencial de la composición vegetal, está iluminado de manera puntual para intensificar su protagonismo. Por su parte, la iluminación funcional para la cocina y la barra incluye micro spots mecanizados, mientras que la lámpara Cesta de Miquel Milá aporta un toque atemporal e icónico al espacio.

De esta forma, Viruta Lab ha transformado una terraza carente de sol en un oasis mediterráneo en pleno skyline de València. Este proyecto no solo revitaliza un  espacio urbano, sino que se presenta como una oda a la tradición agrícola  valenciana desde un prisma actual y sostenible. La terraza se convierte así en un refugio de tranquilidad y belleza natural, elevando la basta huerta valenciana a nuevas alturas en el corazón de la ciudad.

Fotografía: Oleh Kardash

PROVEEDORES
Porcelánicos pequeño formato pared | Terracota 15×15 de Maora Ceramics
Porcelánicos mediano formato suelo | Avenue White 60×60 de Porcelanosa
Porcelánico gran formato encimeras | Monreal White Nature de XTone
Textiles cojines y alfombra | Garden Layers de GAN Gandíablasco
Mesa comedor | Talo 140 de Expormim
Mesa centro | Trenza de Andreu World
Sillas Comedor | Trenza de Andreu World
Taburetes | Costa de Andreu World
Cojines grandes | Sancal
Bancos y mesa auxiliar | Viruta Lab
Iluminación empotrada | Shot Light de Arkoslight
Barbacoa | FGb 500 de Foguer
Fregadero | Jazmín de Blanco
Grifería | Inédito finox de Yessi